La artista vasca conquistó la sala But
Desde el minuto uno se sintió esa atmósfera íntima. Miren Iza salió al escenario con una capucha que le cubría la mitad de su rostro y llevaba el ritmo de la percusión de “SANTAMÁRTIR” con un bastón o Makila, un preámbulo que definió el tono de la noche.
La sala estaba a su máxima capacidad y Miren se mostró muy cómplice con su público, que no paró de corear las canciones.
Este álbum se pasea por todas las emociones y muestra a una "Amadora" vulnerable, pero fuerte a la vez, un ser atravesado por el amor y desamor.
Durante la presentación de "¿Amor o transferencia?", Miren presentó a la actriz Socorro Anadón, quien se sentó en un sillón a un costado del escenario. Anadón no solo interpretó con su danza ese tema, sino que también acompañó a Tulsa en "Cuando venga el león pálido", sin duda esto sumó dramatismo, delicadeza y teatralidad a la presentación.
Cada tema interpretado y cada movimiento estaban llenos de pasión y sensualidad; hilo conductor del concierto toda la noche.
Luego de hacer un recorrido por los más recientes temas, decidió recordar sus anteriores álbumes, tal es el caso de “La Calma Chicha” (2015), “Centauros” (2017) y “Ese Éxtasis” (2021), de este último cantó "Destrucción mutua asegurada" con Andrea Buenavista, quien, también, fue la encargada de abrir el concierto.
Mientras avanzaba el setlist llegó el momento de “La Estrella” y Christina Rosenvinge acompañó a Tulsa a interpretar el tema. Con "Melocotón" cerró con broche de oro la noche.
Tulsa no solo mostró el poderío femenino, también mostró a una "Amadora" con todas sus capas; con sus miedos y valiente.
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