La oda a la tristeza de El Mundo es cruel (pero creo en él) de Sarria

Los asistentes al concierto de Sarria esperaban ansiosos a que el cantante malagueño saliera al escenario para presentar su más reciente disco “El Mundo es cruel (pero creo en él)”.

Pasadas las 21:30 del 14 de abril, el telón se abrió y de inmediato se escucharon los primeros acordes. Los asistentes a  Sala El Sol se sumergieron en casi dos horas de show. Sarria salió a la tarima con un look que evoca a los años 80 y la banda se ensambló perfecto para dar comienzo al concierto.

El repertorio es una oda a la tristeza, está compuesto por canciones melancólicas que exploran el dolor. Cada uno de los acordes y cada palabra cantada, eran como un eco inevitable de estos sentimientos, son un shock de realidad inminente.

A medida que transcurría el concierto, el público se implicaba cada vez más en sus letras. Su esencia rock de los 80 tiene sonidos estridentes donde los solos de guitarra son los protagonistas.

En medio del concierto un bolero sorprendió al público “Rosas Negras”, la sala permaneció en silencio durante toda la canción. Sarria dejaba entrever un rayo de luz, “Algo bueno va a venir” sonó y se asomó de nuevo la esperanza.

El malagueño aprovechó cada espacio que tenía para agradecer a sus músicos, quienes ofrecieron un sonido impecable durante la noche. 

Es así como comenzó a sonar “El Mundo es cruel (pero creo en él)”, la última canción de la noche. El público comenzó a cantar la canción junto con Sarria y, a capela, se unieron todas las voces.

El concierto fue una catarsis colectiva donde el dolor y la esperanza se entrelazaban y aunque el mundo pueda ser cruel, siempre habrá música para sanar el alma.


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