Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Crónica por Beatriz Blanco y Beatriz Pereira
El jueves ya empezó a llegar la mayor parte del público del Sonorama, en el camping ya no quedaban casi huecos, y menos a la sombra, y en el caso del recinto, pudimos disfrutar mejor del espacio al abrir todos los escenarios y permitir la gran amplitud que dan los principales.
Mención especial a la organización del Sonorama que siempre trata bien a la prensa, con acceso a la zona de prensa, en la cual nos trataron muy bien y tuvimos ruedas de prensa diarias. Así sí.
El jueves, como ya es tradición, para muchos da comienzo en la Plaza del Trigo. Los más madrugadores, alojados tanto en el pueblo como en el camping, no faltaron a sus puestos para coger sitio en primera fila, cargados con litros de agua y tinto de verano. La mañana en Aranda comenzaba con Teletexto y, muy cerquita, en la Plaza de la Sal, con Valiente Bosque.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Pronto, en la plaza ya no cabía un alfiler y los asistentes también pudieron disfrutar de Irenegarry y Se ha perdido un niño, encargados de amenizar la larga espera bajo el sol hasta la esperada sorpresa de las 15:00h.
Uno de los conciertos más movidos y dinámicos fue Se ha perdido un niño, para muchos un descubrimiento. Un grupo emergente que sacó su primer disco el año pasado tras ganar el CreaMurcia y que no paró de hacer a la gente saltar con su música punk-rock.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Tras la sorpresa que fue Se ha perdido un niño, llegó la hora de la sorpresa programada, y los protagonistas de la misma fueron: Tu Otra Bonita, grupo que en anteriores ediciones ya habían estado en el escenario principal y que este año se estrenaron en la Plaza del Trigo. No dudaron ni un segundo con que canción arrancar, y fue con Alegría de Vivir, canción original de Ray Heredia que el grupo versionó para un anuncio y que tuvo su propio videoclip, el cual cuenta con casi 2 millones de reproducciones en YouTube. El grupo no defraudó, y a través de sus grandes éxitos mantuvo el nivel al que ya nos tiene habituados la Plaza del Trigo.
Miss Caffeina volvía a repetir en el escenario principal, la última vez que disfrutamos de ellos fue en el 2019, con un recinto casi recién estrenado y un aforo perfecto para cada jornada. En este caso el aforo era mayor pero pudimos disfrutar de Miss Caffeina desde uno de los laterales. La banda presentó su último disco en el festival, “Shanghái Baby”, con el cual ya han girado por gran parte de la península, pero aún faltaba disfrutarlo en uno de los festivales clave de España: Sonorama Ribera.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Los chicos de Miss Caffeina, pasaron por gran parte de su discografía (aunque se dejaron canciones de su primer disco), en el que tocaron: Para toda la vida, Bitácora, Punto muerto, Cola de pez (Fuego), Las Vegas, Oh! Sana, Y de repente, Reina, Venimos, Me voy, Merlí, Prende, Mira cómo vuelo y terminaron con el hit: Dancetería (Aquí nadie sabe tu nombre), aunque esta vez no salieron los Varry Brava como sí lo hicieron en el Low Festival, algunos allí presentes teníamos esperanza, por eso de que el Sonorama siempre alberga grandes sorpresas, pero esta vez no fue así (En 2019 sí pudimos verlo ya que ambos compartieron cartel).
Los conciertos de Miss Caffeina, siguen siendo enérgicos, sorprendentes y donde Alberto nos sigue deleitando cantando diferentes canciones de otros artistas con las bases de las canciones de Miss Caffeina uniendo las originales de dichos artistas.
Como ya habitúan a hacer, Miss Caffeina actuaron en el escenario con una presencia magnética, hipnotizando a la audiencia desde el primer momento. Sus canciones poderosas y emotivas llenaron cada rincón del lugar, llevando a todos en un viaje musical por los altibajos de la vida y las emociones. Demostraron una increíble sincronización y habilidad única, con la experiencia que tantos años de carrera les ha dado.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Carlos Sadness fue uno de los encargados de abrir el festival, vestido de cowboy, haciendo también una referencia a Barbie ya que el atuendo era rosa, y él mismo hizo mención al mismo. A pesar de las horas y el calor, se congregaron gran parte de sonorámicos para disfrutar de su energizante directo, pasó por todas sus etapas discográficas, incluso se puso a rapear un freestyle como nos tenía acostumbrado con su primer proyecto: Shinoflow. Llegó incluso hasta un momento que dejó al público, a través de sus votos que eligiesen la penúltima canción; algunos de los allí presentes pensamos que terminaría con la misma, pero no fue así ya que no podía faltar uno de sus clásicos: Qué Electricidad.
Sorprendió a todos los allí presentes y se encargó de no defraudar a los fans que ya llevan acompañándole varios años. Lo bueno de que tocase tan pronto es que no se solapó con ningún otro grupo principal, y que, a esas horas, el público tenía la energía que Carlos demandaba. Esperamos algún año verle en la Plaza del Trigo haciendo bailar a todo el mundo.
Xoel López siempre es una apuesta segura, nos atreveríamos a decir que todos los allí presentes conocen alguna de sus canciones, y probablemente, una de las más coreadas aquella tarde fuera: Lodo.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Esta vez, debido a que Ede ha iniciado su carrera en solitario, no pudimos verles juntos sobre el escenario, pero tenemos claro, que próximamente estará en el Sonorama en alguno de los escenarios de pueblo como el Escenario Charco o la Plaza del Trigo para, después, poder verla en el escenario principal.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Xoel pasó por los mayores éxitos de su discografía, trató de resumir en 45 min. toda su carrera, y la verdad es que a los allí presentes nos hubiera encantado disfrutar de más tiempo de Xoel y sus canciones, porque han un clima y un concierto completamente único e irrepetible. Esperamos próximamente poder verle en salas para transportarnos al lugar tan bonito al que siempre lleva a su público.
Lo de Elefantes y amigos fue una auténtica sorpresa para todos los allí presentes que no esperaban encontrarse a todas las sorpresas que tuvimos, algunas de ellas, y las canciones que interpretaron fueron:
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Alberto – Te quiero
Noni (Lori Meyers) – Que yo no lo sabía
Rafa Val y Alberto (Viva Suecia) – Somos nubes
Rozalén – Al Olvido
Benjamín Prado (poesía, recitó la letra) – Azul. Extraido de Diario de Burgos: Benjamín Prado le puso voz y alma a la letra, incluso tuneando para la ocasión un verso: «Volarás cuando oigas tocar a Elefantes en Sonorama».
Sandra Merino – Duele
Gabriel (Shinova) – Cada vez
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Gracias a la sorpresa de contar con Gabriel de Shinova, el cual no estaba programado en el festival, ayudó a alimentar los rumores de su posible actuación en la Plaza del Trigo, eso, y que el propio Sonorama contase con merchan de Shinova en el recinto de conciertos.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Lori Meyers era una de las apuestas seguras del jueves. Tras más de 20 años de carrera musical, “los Lori” se siguen posicionando como uno de los grupos principales del panorama indie español y cabezas de cartel en muchos festivales año tras año, y como protagonistas del jueves sonorámico, junto a “Elefantes y amigos”, Xoel López o Miss Caffeina. Y esto se hizo notar en la cantidad de personas que reunieron frente al escenario, abriendo el concierto con “Seres de luz” para, rápidamente, pasar a las míticas Luces de neón, Planilandia, Luciérnagas y mariposas, No me merecía la pena, Primaveras o El tiempo pasará, entre muchas otras más. Y para cerrar: Emborracharme, Religión o Mi realidad, confettis y mucha emoción.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Lori Meyers volvieron a dar un concierto al que ya nos tienen acostumbrados, éxito tras éxito, pasando por alguna de sus canciones menos conocidas para que el público allí presente cogiese aire, para que no dejasen de corear en casi ningún momento. Canciones que ya llevan con el público del Sonorama muchos años, y que parece que fue ayer cuando las escucharon por primera vez.
Y las personas que escriben esta crónica, aún borrachas perdidas, de todo lo vivido el jueves de Sonorama.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
León Benavante fueron de los últimos en aparecer, y parece mentira que el público pudiera seguir teniendo energía para vibrar con ellos, porque así fue, desde la primera canción hasta la última, se unieron a la impresionante energía que desprende la banda con Abraham Boba a la cabeza, el cual no paró de saltar, bailar, cantar y tocar durante los 50 min. de concierto los cuales, para muchos, se pasaron en un abrir y cerrar de ojos entre saltos, gritos, cánticos y bailes. Los leones nos llevaron por sus éxitos como: California, Ánimo, Valiente, Gloria, La Ribera, Ser Brigada, Ayer Salí o La Canción del Daño, entre otras. Una muestra de fuegos artificiales, y una energía que muy pocos grupos es capaz de llevar y transmitir al escenario con tanta constancia como logra hacerlo León Benavente. Es completamente imposible vivir un concierto suyo sentado, o parado, completamente imposible.
Foto por: Beatriz Blanco (@Bea_LP)
Sin duda, el jueves fue uno de los días preferidos para muchos de los allí presentes gracias al gran despliegue de grupos de la escena independiente que por allí pasaron. Un horario medido al milímetro y hecho a la perfección para que, todos y cada uno de los allí presentes, disfrutasen de sus grupos favoritos.
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