¡¡Qué electricidad la vivida con Carlos Sadness en Cootural Go!! Abriendo el concierto los murcianos Arde Bogotá (Gran descubriento)


Carlos Sadness no sólo hizo que Almería viviera una noche de pura electricidad, sino que transportó a todo el público a una isla morenita para asegurarles que todo estaba bien.

El ciclo de conciertos Cooltural Go organizado por Cooltural Fest trajo el pasado viernes 30 de julio a la provincia andaluza un nombre que puede presumir de ser reconocido tanto por la comunidad indie como por el público más mainstream… Escuches lo que escuches, Carlos Sadness y su buen rollo no dejan a nadie indiferente.


Como era de esperar, el artista estuvo acompañado por unos teloneros igual de buenrolleros y animados;los chicos de Arde Bogotá dieron comienzo a la calurosa noche de verano almeriense con algunos de sus temas más recientes como Quiero casarme contigo o Antiaéreo. Este grupo murciano está dando mucho que hablar últimamente y no es para menos, pues sus letras son reales y cercanas, y esto, junto a su música que combina diferentes estilos, los están convirtiendo en uno de los grupos más prometedores del panorama actual.


Cerca de las 22 h, la Plaza Vieja de Almería se encontraba a rebosar y el público se removía en sus asientos. En pleno centro histórico, la plaza está coronada por el ayuntamiento de la ciudad, cuyo reloj sonó justo antes del inicio del concierto anunciando la llegada del mesías: Tropical Jesus subía al escenario. Con su despampanante look habitual, el cantante se presentaba ante el público equipado con chaquetas y gafas de sol, accesorios quizás un tanto extraños para una noche de más de 30 grados, pero, como suele decirse, para presumir hay que sufrir, y Sadness es sin duda todo un fashionista.

Ciclo lunar daba inicio al show mientras la propia luna observaba la escena desde arriba, aunque más hubiera valido que pasara algún cometa, pues esta fue seguida por Hale bopp. Ukelele en mano, Sadness saltaba de una canción a otra sin apenas pausa, moviéndose como un loco por el escenario y transmitiendo esa energía a la gente que acompañaba desde sus asientos. No fueron pocos los temas de su último álbum, Tropical Jesus, lanzado este mismo año, pero el público también pudo disfrutar de algunos de los temas clásicos del artista, especialmente durante la segunda mitad del concierto. 

Carlos Sadness es muy reconocido por utilizar metáforas muy bonitas y específicas en sus canciones, especialmente para hablar de amor o describir a la persona que se ama, y es ahí donde se hace evidente la evolución artística en sus letras: 

Mientras en las canciones de sus primeros discos aparecen constantemente las estrellas, el viento y el universo, en sus últimos trabajos se transmite una vibra mucho más veraniega y tropical. Por esto, se trató de un concierto más que perfecto para una noche de verano: Chocolate y nata, Aloha, Amor papaya…


A menudo Sadness hacía pausas para contar historias acerca de sus locas aventuras que incluían amigos colombianos y viajes por el mundo. Visiblemente animado, recordaba sus últimas veces en Almería (también de la mano de Cooltural Fest) e incluso llegó a pedir a los asistentes que se levantaran sin desplazarse de sus asientos, aunque la seguridad del recinto le cortó las alas pronto por medidas de precaución. 

Cuando parecía que todo llegaba a su fin, el cantante no dudó en hacerse un poco de rogar, bromeando varias veces con que cantaba su última canción y continuando una vez que el público le pedía más y más. Durante Días Impares, Sadness nos regaló un momento mágico e íntimo a pesar de estar en una plaza rodeados de gente cuando pidió a los asistentes que encendieran los flashes de sus móviles y le acompañaran en este bonito tema. 

Fue en la última mitad del concierto cuando llegaron algunos de los temas favoritos del público como Física Moderna, Bikini (que improvisó, creando una nueva y lenta versión con el ukelele ya que no estaba prevista para la noche) y, por supuesto, Qué Electricidad. El público ya no podía contenerse y todo el mundo cantaba emocionado, dejándose llevar por la vibrante energía que Sadness nunca falla en transmitir a los espectadores. 

El concierto acabó por todo lo alto y, aunque para muchos fue demasiado corto, no tenemos duda de que antes de que nos demos cuenta volveremos a tener al cantante por tierras almerienses.

Texto y Fotos Ana López y Mª José Callejón




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