Dorian llega a Valencia con Justicia Universal

Y como si de una señal se tratase, elegimos pasar la noche del 15 de diciembre con Dorian en Valencia



Después de pisar decenas de festivales españoles durante el verano y un octubre en México y Colombia, Dorian comenzó su gira PRESENTACIÓN DE JUSTICIA UNIVERSAL en la Sala Riviera de la capital los días 8, 9 y 11 de noviembre. Así, durante los meses de noviembre y diciembre han recorrido Bilbao, Pamplona, Vitoria, Barcelona, Santiago de Compostela,.. El 15 de diciembre era el turno de Valencia, décimo soldout de la gira y estuvimos allí para contároslo.

Al llegar a la Sala Moon encontramos un letrero con las caras de los cinco componentes rodeado de luces, para entrar una alfombra roja,..Todo preparado para una noche de lujo. 

Una vez dentro, la espera se hizo amena, sonaba el disco AM de Arctic Monkeys. (Desde aquí mi agradecimiento al encargado de poner la música).


Llegada la hora, los Arctic se callaban y las luces comenzaban a parpadear. Uno a uno los miembros de Dorian iban saliendo al escenario. Víctor, Bart, Lisandro, Belly y por último Marc. 

Muchos ya habíamos distinguido la intro, el concierto empezaba con “La isla”, tema en el que Marc, iluminado por una luz celeste se mostraba cercano al público cantando desde el borde del escenario . A mitad del tema, las luces cambiaban a un tono rosado y Marc incorporaba el acompañamiento de la pandereta. 

Para el segundo tema Marc se colgaba la guitarra. Así, tras cantar “Escuchas discos raros al amanecer, en pisos de diablos” preguntaba el vocalista “¿Cómo es eso Valencia?” y absolutamente todos los presentes cantaban:

“¿Para que creer en Dios si el no cree en nosotros? Yo que encontré mi lugar en el color de tus ojos…En el fondo todo lo que quiero es verte amanecer…"

Para seguir uno de los temas incluidos en el último disco, “Algunos amigos”, cuya estofa más potente también fue cantada en forma de grito: 

"Soy un ángel cuando me conviene y un demonio cuando toca herir pero cuando el sol se canse de salir pintaré lunas para ti y nadie más Lucharé hasta la muerte por ver cada nuevo amanecer y cuando mis días se acaben me iré sin rencor y sin dolor si puedo."


Las luces, teñían de rojo a los componentes del grupo en el siguiente tema: "El temblor."Y de los tonos rojizos pasábamos a morados para el primer single de su último trabajo. "Justicia universal".


Para el sexto tema Marc abandonaba la guitarra, era el turno de "Duele", que en aún sin León Larregui hizo bailar a todo la sala. Para seguir, una luz rosada iluminaba “Noches Blancas”, canción en la que Marc apartaba el pie de micro para preguntar “Valencia, ¿bailamos? ” y bailar con nosotros todo el tema.

El repertorio continuaba con ”Vicios y Defectos” y “Buenas intenciones”, tema en el que Lisandro se adelantaba en el escenario para mostrarnos sus dotes con la percusión.



La siguiente canción la dedicaban a todos los viajeros, "Llévame", tema que en directo por la sensibilidad y la entrega de Marc en el escenario, se vuelve especialmente emotiva.

Así, después de un caluroso aplauso Marc volvía a colgarse la guitarra y aproximarse al micro para recitar los versos de una de las canciones más bellas del grupo bajo una luz azulada:


“ Aunque los años pasen 
No apagarán tu voz,
No recojas tus alas negras
Cuando vueles hacia el sol. 
Arrecife en tus ojos,
Arrecife si no estás, 
Arrecifes los días grises.”


Se apartaba entonces del micro, pues el público había recitado todo el fragmento junto a él y la última frase la exclamaban en forma de grito. “Arrecife si te vas”,terminaba Marc señalando a un público ya emocionado antes de que comenzara la música. 

Y bajo luces rosadas sonaba "Arrecife", canción en la el público se coordinó para balancear los brazos de un lado a otro.


Tras gritos y aplausos Marc volvía a soltar la guitarra para explicar que siempre a la hora de hacer un disco todo es muy difuso hasta que aparece una canción que guía a las demás, una canción que marca el camino a seguir. “En “Justicia Universal” fue “Hasta que caiga el Sol”. Y sonaba la canción que enlaza a la perfección el sonido “Dorian” que conocíamos con los nuevos sonidos explorados (y conquistados) en “Justicia Universal”.

Durante la canción, Marc se movió por el escenario dando la mano y cantando estrofas a las primeras filas, tales como “Quiero despertar tus sueños, desarmar tus lados malos,asaltar tu cielo hasta que caiga el sol”. Para seguir, “Señales”, posiblemente una de las canciones más bellas del último disco.

Llegaba entonces uno de los momentazos de la noche. Comenzaba sonar una intro más que reconocida, Marc se colgaba la eléctrica y nos preguntaba en forma de grito: ¿Vamos a buscar paraísos?”. Pero no, no lo buscamos ya estábamos en un paraíso, el oasis en el que Dorian te hace entrar en cada concierto durante sus casi dos horas de duración. Lo que sí ocurrió es que Valencia cantó bailo, gritó hasta casi tirar la sala abajo con “Paraísos Artificiales”.

Pero Dorian no dio tregua a nuestros pies ni a nuestras gargantas y es que seguidamente venía otro de los himnos del grupo: “A cualquier otra parte”. Dudoso resultaba saber que sonrisas brillaban más en ese momento, si las de las que cantaban a todo pulmón entre el público o los mismos Dorian arriba.   Como no podía de otra manera, la canción fue cantada desde la primera sílaba por toda la sala. Pero, en la última estrofa Marc nos indicó “más fuerte” y aunque pudiera parecer imposible Valencia cantó aún más alto cada “A cualquier otra parte”. Sin duda, cinco minutos en los que el tiempo se detuvo. Cinco minutos por los que ya hubiera merecido el viaje a cualquier parte.

Tras estos dos himnos el grupo se despedía y desaparecía, pero ¿realmente alguien podía creerse que se irían sin cantar el tercer himno? Efectivamente no tardaron en volver y mientras todos se colocaban sus instrumentos (y esta vez Belly se colgaba el teclado escarlata) dedicaban la siguiente canción a  todos los que por distintos motivos no son aceptados por ser quienes son y a los que animaban a ser quien ellos realmente quisieran ser. Y así, bajo un azul intenso sonaba “Cometas”, canción que cerrando su último trabajo se ha convertido en una de las especiales. A este tema le siguió “Solar” y uno de los clásicos de Dorian, pero sin embargo uno de los más coreados “La mañana herida”.

Y ahora sí, Marc soltaba la guitarra y a la vez que Lisandro se colgaba el teclado  y ambos subían a la tarima para cantar con el público “todo lo que siento por ti “y dejar que el público acabara la frase  “solo podría decirlo así”. “¡VAMONOS!” exclamaba Marc a la par que se sumaban todos los instrumentos y comenzaba el tema. Y sin duda se nos fue la voz, pues fue la canción más cantada, y bailada de noche.

Antes de despedirse, Marc volvió a colgarse su eléctrica y sacaron escena otro de sus temazos, “Los amigos que perdí”. Esta vez parecía que si era un adiós, pues, tras una reverencia al público volaron púas, baquetas y besos al público que al igual que la banda, se había dejado el alma en esas dos horas. 

Pero ante los gritos de otra , otra, Dorian volvió con una sorpresa. Un tema que solo suena en algunos de los conciertos en sala en las ciudades más especiales y Valencia estaba entre ellas. Así, en un formato diferente y bajo una intensa luz azul nos deleitaron con “Tristeza”, en la que la sensibilidad de Marc volvió a emocionarnos. Al acabar su última frase  Marc se despidió con un adiós silencioso y ofreciendo la mano al público más próximo salió de escena. Del mismo modo el resto de sus compañeros fueron desapareciendo uno a uno mientras el resto de los instrumentos seguía sonando. La segunda fue la adorada Belly , el tercero Bart, el cuarto Víctor y por último el carismático Lisandro. Así, con una mezcla de alegría y tristeza se acababa el concierto más especial de Dorian al que he asistido hasta la fecha.

Gracias Marc, Belly, Lisandro, Víctor y Bart por vuestra música y dedicación. Nos vemos pronto, en cualquier parte si es por veros brillar.


Helga M. de Ibarra













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