Rubén Pozo llega al Hard Rock madrileño tras recibir el premio a la mejor canción, "Pegatina", otorgado por Rolling Stone


EL pasado martes 27 Noviembre Rubén Pozo se subía al pequeño escenario del Hard Rock de Madrid, pequeño solo por el significado de la palabra porque el artista cual Rolling Stone, lo hizo enorme. 

En la sala de abajo del Hard se concentraron gente de todas las edades, desde jovencitos y adolescentes que ocupan las primeras filas y cantaban sus canciones hasta personas más mayores que disfrutaban del momento codeando las mismas.

Rubén se subía al escenario con pitillos negros, camisa blanca y chaqueta de lentejuelas negra, que tendrá el  de Alameda de Osuna que siempre o esa es nuestra impresión antes de subir al escenario esboza una sonrisa de timidez y ganas de empezar, su sonrisa le delata y atrapa a los asistentes que no le quitan ojo.





Por el escenario del Hard Rock pasaron una larga lista de canciones comenzando por "Nombre de canción" y "San Valentín", primer momento de la noche que Rubén habla para hacer alusión a los tremendos nachos que comen ahí, refiriéndose a ellos como "ignacios", pero bromas a parte, continuo con el concierto bajo ese enorme cartel de Rolling Stone que presidía el escenario del Hard Rock.

Siguieron sonando "Nada Más", "Voy a comerte" y "Rucu Rucu", tal vez una de las canciones, esta última, en la que más se entrega el público. Es ahora cuando Rubén aprovecha para agradecer a los asistentes el que estén allí a pesar de ser martes y tener que currar o ir a clase al día siguiente. Al mismo tiempo se siente optimista por los tiempos que corren y poder estar ahí, con lo que daba paso a "Mañana será otro día" Llegaba entonces "Grupies" y "Horóscopo", otro de los momentos culmen de la noche y de máxima entrega.

Rubén se despoja de su chaqueta y se pone de pie y con su guitarra colgada y observando al asistente como le mira fijamente disfrutando del momento suenan los primeros acordes de "Lo que más". 
Aún quedaban más canciones por sonar; "Chavalita", "Ozono" y "Pelos de Punta", con un espectacular guitarreo de esos que dejan con la boca abierta característico en los concierto de  Rubén Pozo.

Haciendo alusión al frío que hacía y al que está por venir Rubén ponía la cejilla a su guitarra y tocaba "Invierno", seguida de "Margot" y perfecto punteo de guitarra y la gente en éxtasis contemplando como las manos del artista recorren esas seis cuerdas.


Es ahora cuando Rubén recuerda y agradece el Premio que días atrás Rolling Stone le había otorgado por "Pegatina" como mejor canción del 2012. Tras este agradecimiento la despedida, Rubén se acerca al ampli, suponemos que para darle un poquito de volúmen, y suena entonces para cerrar "Cómo Cualquiera" y una lluvia de aplausos abarrotaron el escenario del Hard Rock madrileño.


Elena Quintero Moreno

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