Triángulo Inverso hace vibrar La Yesería (Murcia)


TRIÁNGULO INVERSO: Golpe y efecto en Murcia.


El pasado viernes 30 de noviembre asistíamos al penúltimo concierto de la gira de presentación de “Golpe y Efecto”, primer disco de Triángulo Inverso, una joven banda formada por Manuel Muñoz (voz y guitarra acústica), Gabriel Muñoz (bajo eléctrico), José Arriero (guitarra eléctrica y coros), Josh Hannaby (batería) y Pepe Doncel (teclado, guitarra solista y coros). 

La cita tuvo lugar en Murcia, concretamente en “La Yesería”un pub/sala muy indie por donde hemos visto a pasar a todo tipo de grupos, desde Varry Brava en sus inicios hasta Rami Jaffe (teclista de Foo Fighters) hace un par de semanas.

Fans que habían viajado desde otras ciudades, conocidos, amigos, familiares, alguno que había acabado allí por casualidad y periodistas estaban allí antes de la hora. Sin embargo el grupo, aun llegando puntual, empezaba un rato después de lo programado (como suelen hacer grandes).


 Abrieron el concierto con "Planes excéntricos", tema en el que el vocalista exclamó ¡Venga Murcia, vamos a pasárnoslo bien! justo en el momento indicado de la canción para poner al público en pie. 

La siguiente canción fue "Golpe y efecto”, tema que da nombre a su disco y que enlazaron con La llave. Así, con solo tres canciones, el grupo había conquistado al público.


El grupo se detuvo entonces para presentar una de sus canciones más especiales, señalando que para ellos era toda una "hazaña" estar esa noche en Murcia, aunque como comentaban ya habían pasado por Cartagena hacía una semana o por Lorca en septiembre, “Yo creo que ya no nos queda ningún punto de la región”, bromeaba Manuel. Así enlazaban "Hazañas" y "Ciudades"; de una forma perfecta, consiguiendo que todos coreáramos los estribillos de ambas canciones.

Llegaba el momento de presentar uno de los temazos de la banda, decía el vocalista:

“para nosotros es muy reivindicativo este tema, porque es respetar la opinión de los demás y creo que en la actualidad es muy importante esto, hay que mirar la perspectiva desde muchos puntos y nosotros la miramos a través de nuestro cristal de Murano”.

Era el momento de una canción cuyo título proviene de los cristales de la Isla veneciana, "Murano”, a la que prosiguió “Salto a destiempo”.

Se detenían entonces a narrar como su “aventura” comenzó con su primer EP, el cual les trajo muchísimas buenas noticias, y presentar el siguiente tema “Todo comenzó con “Cromatismos”, que así se llama el tema que viene ahora, y para nosotros es la típica pareja que dices, estos tíos no pegan nada, absolutamente nada, pero realmente los únicos que saben que pegan son ellos, Pues es un poco eso, hay que mezclar azules y amarillos, porque aunque a priori no peguen mucho los únicos que lo saben son ellos."

¡VAMONOS!”. Fue aquí cuando pudimos ver como Pepe Doncel, guitarrista y corista hasta el momento, dejaba a un lado su guitarra eléctrica de tono turquesa y se dirigía al teclado color escarlata, donde se mantuvo en los dos siguientes temas, “Cae el dictador” e “Irene”, haciéndonos dudar acerca de que instrumento dominaba mejor.


Tras dos temas reivindicativos y uno de desamor, nos invitaban a bailar con la siguiente canción. Aunque, lo cierto es que no hubiera sido necesario que lo hicieran, dado que si hay algún tema de este grupo que despierte las ganas de bailar ese es “Sombra Azul”por excelencia.

Para ir acabando Manuel nos confesaba que tocaba su favorita: “Barlovento” (tema que además sirve para separar su disco en una primera mitad que enlaza con el EP y una mitad más madura). 


La canción empezaba siendo la más lenta que habíamos oído en toda la noche; guitarras, batería y bajo permanecían callados mientras Pepe volvía al teclado ofreciéndonos un solo al que no tardaría a sumarse la voz de Manuel. Piano y voz se complementaban, ambos comenzaban como una suave caricia y juntos iban tomando fuerza. 


La virtuosidad de Pepe ante las teclas nos embelesaba y la voz de Manuel, que había comenzado como un tenue susurro, se desgarraba logrando emocionarnos. Sin embargo, a mitad de la canción, tras tres golpes de baqueta, Pepe retomaba la guitarra y el resto de instrumentos se sumaban hasta volver la melodía la más cañera hasta el momento. Con batería, bajo y la rítmica acompañando Manu y Pepe se enfrentaban en un duelo de guitarra acústica y eléctrica. Finalmente, el polifacético de Pepe nos deleitaba con un impresionante solo en la eléctrica.

Tras este hipnotizante momento, Manuel volvía al micrófono para pedirnos que bailásemos o al menos nos balanceásemos, “Al menos eso es lo que a mí me pide esta canción”, añadía. Y por lo que pudimos ver, no es algo que le ocurre solo a Manuel, sino a todos, dado que toda la sala se contoneó de un lado a otro durante los cuatro minutos que duró “Vaivén”. 

Antes de despedirse, el grupo agradecía el trato a la sala, a los fotógrafos, a su road tour y exclamaban: 

“Viva Murcia, sois muy guays. Queremos volver y volveremos”. 

Comenzando a sonar las primeras notas de “Vendaval” Manuel nos decía “Quiero a todo el mundo dando palmas, no empiezo a cantar hasta que suenen las palmas”, aunque quizás por su carisma, quizás por la hora y media de música que nos habían regalado, no solo consiguieron que el público diese palmas, sino que también cantara y bailara como no lo había hecho antes.

Pero, una vez terminado el concierto nos esperaba una sorpresa, los cinco componentes del grupo bajaron al público para ofrecernos una versión acústica de “Hazañas”, en la que a las voces de Manuel, Pepe y José se sumaron las de Josh, Gabriel y las de todo el público. Un gesto con el que el grupo, además de demostrar su cercanía una vez más, terminó de cautivar a todos los presentes.

Sin duda un concierto muy especial. Un concierto en el que grupo demostró su proyección. Un concierto que recordaremos cuando estén encabezando festivales (y en el que presumiremos de haber estado). Un concierto que todos los que estuvimos guardaremos en nuestra retina como un tesoro.


Helga Melgarejo de Ibarra

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